martes, 30 de mayo de 2017

segui escribiendo liliana....

El otro día una de las chicas de la ofi hablaba por teléfono con Javier, un amigo con el que compartimos intereses diversos, sistemas de computación, budismo, escribir en un blog. La vida misma.
Yo creo que nadie lee mi blog. Pero se ve que Javier, de vez en cuando entra, y se dió cuenta que entré en uno de esos pozos de chatura, donde se te van las ganas de. Donde ves pasar los días indefinidamente sin que nada te toque como algo meramente interesante.
Y entonces dejo de escribir, dejo de acudir, dejo de curiosear.....dejo.
Y cuando Sofi me dijo, "dice Javier que no dejes de escribir", sentí que otra vez había hecho lo mismo, dejar de hacer, dejar de ser...
Entonces viene la pregunta otra vez. Por qué? A qué se debe la insatisfacción? Para que? Y acá me detengo. Alguien me dijo una vez, o varias que no importaba el por qué, sino el para qué.
De todas maneras no es menos complicado, al contrario, el por qué te permite excusas, que no son reales casi nunca, que no importan a nadie y menos a mi,
 Entonces debe ser cierto que lo principal es el para qué.
Para qué escribo, para qué dejo de escribir
Para qué me interesan los blogs, y para qué me dejan de interesar
Para qué me monto en la ola del entusiasmo y comienzo a escribir, planeo un viaje a Perú, me engancho literalmente con la historia de los pueblos originarios, para después pensar, -  sí pensar, no sentir - mejor no hago ese viaje, para qué?
Para qué escribo un blog que nadie lee?
Para qué me pongo a leer libros mayas, hago cálculos y estoy re entusiasmada, para después caer en esta nebulosa de no sabe .para qué....
Un garrón, pero hoy me comprometo conmigo misma, a abrir estos signos de interrogación que cierran esa pregunta que hoy no puedo responder. Para qué?
Pero me comprometo a ponerme fuera del escenario y desde la platea ver como enfrenta Liliana un espejo grandote hasta dar con la respuesta oportuna.

mayo 30/2017